sábado, 27 de junio de 2015

En marcha

Vetusta Blues. -
"En marcha"

No, no se han caído los edificios ni la ciudad ha sido invadida por hordas herederas de Atila ni el caos se ha instalado en Oviedo. Antes al contrario, las fuerzas del tripartito han tratado de converger en acuerdos urgentes y ponerse manos a la obra para desentrañar la madeja de un régimen que ha tejido sus peculiares telas de araña en veinticuatro años de gobierno absoluto. Me ha sorprendido el tono acerado y catastrofista de algunas personas que consideraba ponderadas aunque sus postulados estuvieran con los anteriores gobernantes de la ciudad. Las alusiones al caos me dejaron patidifuso. Supongo que el hecho de que comprueben que Oviedo sigue funcionando, les bajará de esa postura innecesariamente alarmista.

Otro de los hechos que más me sorprendió estos días fueron las protestas por la apertura de los comedores para los escolares en julio y las acusaciones de improvisación en la medida (y otras peores). Se trataba de una emergencia a solucionar lo antes posible que en veinticuatro años no había sido ni tratada por los anteriores dirigentes y resulta que, cuando se le trata de poner una solución -de emergencia, sí-, comienzan las protestas de algunos y se lanzan todo tipo de críticas. Curioso y reprobable. No se escucharon tales críticas cuando existía un gobierno absoluto y existía esa necesidad. ¿Había miedo a las reacciones? ¿Por qué ahora que se intenta solucionar el problema se exponen todo tipo de reproches?

A pesar de lo que muchos auguraban, el tripartito se ha puesto a trabajar rápido. De acuerdo que se van a encontrar muchas, muchísimas, dificultades en esa madeja de contratos cerrados a última hora, de concesiones sospechosas y de intereses clientelistas servidos en bandeja de plata y pagados por todos los ovetenses, pero debe existir la voluntad de encontrar todos los puntos en común posibles y avanzar sin descanso, a la busca de unas intersecciones sobre las que construir.

Como no nos hemos cansado de repetir, muchos son los retos que Oviedo tiene en su agenda más inmediata. La agonía del barrio del Cristo y el vacuo limbo en el que se encuentran las instalaciones del antiguo Hospital son dos de las más urgentes, una vez que se haya efectuado una evaluación de las ataduras e hipotecas que el anterior gobierno tejió como una pesada herencia. La ciudad sigue su pulso, como un ser vivo que no conoce más que su propio andar, pero se respira un nuevo aire, el de la esperanza, frente a la antigua resignación de quienes imponían el miedo y las intrincadas redes de su bien atado régimen.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 27 de junio de 2015