sábado, 25 de julio de 2015

Liquidación por cierre"

Vetusta Blues. –
Liquidación por cierre”
Día tras día, desde hace algo más de dos años, observo con creciente estupefacción dos carteles en una tienda de ropa ovetense sita en la calle Melquíades Álvarez que reza: “Liquidación por cierre”. Según van avanzando los meses, a veces creo ser Bill Murray en “Atrapado en el tiempo”, ya saben, la célebre película en la que el estupendo actor repetía su jornada laboral en “el día de la marmota”, esa fiesta de invierno en Estados Unidos, una y otra vez. Contemplar esos dos carteles, cada uno en uno de los escaparates de la tienda de ropa, me da la sensación de que el tiempo no ha transcurrido en estos dos años aunque sí lo haya hecho. Hay cosas que no parecen cambiar en la ciudad, otras que se creían perpetuas aunque lo único imperturbable que continúa, día tras día, son esos dos carteles: “Liquidación por cierre”.
La ropa, eso sí, da la impresión de que se vende. Y bien. Yo mismo compré en el invierno un par de jerseys, aunque la ropa de verano que me oferta esa tienda no se acerque a mis gustos. Americanas de colores chillones junto a polos de idéntica especie se arremolinan bajo las palabras mágicas. Incluso hubo unos meses en los que buscaban un dependiente, ya en el colmo del surrealismo. Ahora siguen en las mismas –la búsqueda de un empleado- aunque aclaran que para su establecimiento en la vecina Gijón. ¿Tendrán allí el mismo cartel con el reclamo de “Liquidación por cierre”?
Ahora que lo pienso bien, quizás sea ese reclamo el secreto del éxito de esa boutique. Hay personas que son verdaderas especialistas en encontrar tiendas a punto de cerrar y comprarse envidiables chollos. Quizás sea eso, el hacerse con un chollo, lo que impulsa a acudir a ese tipo de establecimientos. Es más que posible que ese cartel obre la maravilla de evitar, cada nuevo día, el cierre de la tienda. Claro que parece más probable pensar que los responsables de ese establecimiento se están saltando a la torera las normas más elementales de práctica comercial. Desconozco cómo está regulado el asunto y, en el caso de que mantener los cartelitos de marras durante tanto tiempo fuese legal, no parece que sea muy ético el usarlo. Pero, bueno, ya saben que eso de la ética es una palabra con poco de mágica y desprovista de todo peso y significado gracias a tantos y tantos desalmados que salen inmunes de sus prácticas en muchos ámbitos de la vida. Quizás la que ya ha sido liquidada por cierre sea, precisamente, la ética.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 25 de julio de 2015