domingo, 11 de octubre de 2015

Encuentros y escritores

Vinilo Azul. -

Encuentros y escritores”


La concesión del Premio Nacional de Literatura en la modalidad de poesía a Luis Alberto de Cuenca hace unas fechas me llenó de alegría. Es De Cuenca un escritor e intelectual que se ha interesado por disciplinas como el cómic o el rock de una forma natural, sin forzadas imposturas, algo que parece resultar casi imposible en la cultura española, amanerada como ninguna en departamentos estancos, de “alta” consideración unos; de “baja”, otros. Me comentaba hace unas fechas el también escritor Chus Fernández cómo se lleva a gala en el Reino Unido el contar con una amplia cultura “popular”.

Tuve la fortuna de conocer a Luis Alberto de Cuenca en las Jornadas de Literatura de Pravia que organiza la Asociación de Escritores de Asturias y fue un placer poder departir con él. Recordar a la Orquesta Mondragón o, simplemente, hablarle de la gente de Señor Cotton a propósito de una de las camisetas que llevaba... En definitiva, salirse del cliché de intelectual al uso y abarcar muchos más aspectos de la cultura que rara vez abordan escritores consagrados. Tener esa posibilidad de departir y compartir momentos con autores renombrados de la literatura española es algo que las Jornadas de Pravia nos han permitido a muchos escritores asturianos en estos últimos años. Disfrutar del grandioso Félix Grande recitando con aquel alma suya que ya se nos fue es algo impagable. Haber contado, con un presupuesto exiguo, pero muchísimas ganas de trabajar a través del buen hacer de muchos socios con autores de la talla de los mencionados Luis Alberto de Cuenca o del añorado Félix Grande, o de Luis Antonio de Villena, Eduardo Martín Garzo, Silvia Grijalba, Miquel de Palol, Rafael Reig o Javier Reverte es algo que algún día se acabará reconociendo a unas Jornadas que, sin grandes alharacas, han ido engrosando un enorme valor. Sí, ya sabemos que las maledicencias de muchos envidiosos tratan de enfangar iniciativas como ésta, pero a mí me gustaría encontrar algo parecido en Oviedo.

Porque lo que necesita Oviedo en materia cultural son iniciativas genuinas, propias. No satélites de otras que se celebran en múltiples lugares como la Noche Blanca. Proyectos propios, sí, únicos de su lugar y, a poder ser, que lleven su nombre impreso en ellas. Getafe Negro es un ejemplo que se me viene ahora mismo a la cabeza. No quiero volver a recordar al maravilloso Oviedo Múltiple que, a mediados de los 90, nos entregó grandes conciertos, interesantes ciclos de cine e, incluso, la presencia de varios programas radiofónicos en vivo desde la ciudad. Hay muchas más iniciativas repartidas por el país y en buscar nuevas propuestas deberían ponerse a trabajar los responsables de estos asuntos. Porque es la personalidad la que otorga la distinción. Con mucho trabajo, eso sí. Sin zancadillas ni puñaladas traperas. Dejando trabajar a los que saben. Porque ya comprobamos cómo existen algunos lastres que sólo se dedican a inmiscuirse en materias para las que no están preparados. Y así nos va. Sumidos en un erial de la cultura. Despersonalizados. Con hambre de convocatorias y sed de acontecimientos. Y, por supuesto, sin el papanatismo provinciano de no contar con los muchos autores que en las diversas disciplinas culturales trabajan en Asturias. Además de aprender de intelectuales como Luis Alberto de Cuenca que valoran disciplinas que otros, henchidos de un supuesto intelectualismo rígido, denostan.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "El Comercio de Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 11 de octubre de 2015