miércoles, 27 de enero de 2016

Solidarios que hacen ciudad

 

Vetusta Blues. -
Solidarios que hacen ciudad”

Ella me afea que use el buscador “Google” a todas horas y me recuerda la gran cantidad de dinero que les entrego a los americanos con esos mecánicos clics. Estamos en París y el cielo permanece cubierto aunque no hace frío en este raro invierno que más parece una primavera loca envuelta en una montaña rusa de altibajos de temperaturas y condiciones meteorológicas. Me sugiere “Lilo.org”, que destina a diversos proyectos solidarios una gran parte de sus ingresos. Con cada búsqueda acumulas unas gotas que luego puedes entregar a cualquiera de los proyectos que te proponen desde la propia página. No está ninguno de los que participaron en el proyecto “Faciendo ciudà”, bendita iniciativa que ha premiado a cuatro propuestas que desarrollan su labor en Oviedo. Finalmente, los elegidos en la votación popular fueron Asturias Acoge, Más que Chuchos, la asociación Hierbabuena y los Desayunos de “¿Pero quién dice que en Oviedo no hay nada?” los que se repartirán el remanente de 8000 euros del salario de los ediles de Somos. 
 
Mi enhorabuena a todos ellos, aunque uno vaya a detenerse en los Desayunos impulsados por la página web “¿Pero quién dice que en Oviedo no hay nada?”, iniciativa que sigo con mucho interés desde sus inicios a través de una de sus impulsoras Belén Suárez Prieto. Mientras otras asociaciones del Oviedo Antiguo se limitan a criminalizar la música en vivo -han llegado a calificar de “delito” la música en vivo en bares- como único leit motiv de unas diatribas que parecen salidas del más maloliente y rancio reducto de decrepitud, otras como la Asociación Vecinal Oviedo Redondo o esta iniciativa de los Desayunos muestran que la ciudad se va transformando desde la solidaridad y las ideas gracias a colectivos con amplitud de miras y no con obsesivas cantinelas que suenan a un mundo que vive fuera de la realidad de 2016. Lo que ha conseguido Belén y toda la gente que ha ido aglutinando en estos años para colaborar con su causa es digno del mayor de los elogios. Conseguir que los niños vayan con su desayuno completo al colegio allá donde antes iban con el estómago vacío, nos pone sobre la pista de cómo se puede actuar cuando hay una voluntad férrea y un corazón limpio. Si, además, aderezan el momento con una selección musical que se aleja de la vulgaridad imperante, mejor todavía. Instalados ahora en el Ca Beleño, los Desayunos se han convertido en referente de un Oviedo Antiguo que quiere mostrarse más allá de señorones con ansias de protagonismo a través de organizaciones de dudosa representatividad. El movimiento se demuestra caminando, día a día, no buscando los focos de cuando en cuando para satisfacer el propio ego. Si, además, se ofrece de manera desinteresada, a algunos debería caérseles la cara de vergüenza y andar hablando de “delitos”, de criminalizar actividades que nos hacen mejor la vida y olvidarse de los principales problemas del entorno del Oviedo Antiguo, como son la miseria o los botellones que llevan a la posterior violencia nocturna. Aprendan de gentes como Belén Suárez Prieto y los suyos y déjennos vivir la noche -con música en vivo- en paz.

MANOLO D.ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el miércoles 27 de enero de 2016