domingo, 15 de enero de 2017

Los 52 golpes

 

Vinilo Azul. -

Los 52 golpes”


El tiempo navideño suele ser el de regresos de amigos en la diáspora, de esos asturianos que se reparten por el globo y que siempre nos animan cuando viajamos a los lugares donde ellos se encuentran. De ahí que, cuando ellos regresan, les agasajamos en justa correspondencia. Y ahí estamos en mi casa, un grupo de buenos amigos, escuchando discos y celebrando con cava la ocasión. Entre ellos está Pablo Amor, veterano de mil batallas periodísticas que se ha traído a su hijo Lucas, al cual sólo le puedo ofrecer agua y unas galletas que el pequeño no coge. Pablo nos habla de su idea (y logra embarcarnos en su proyecto), que ha cuajado junto a su colega Alexis: Los 52 Golpes.

Atendiendo a la máxima de Ray Bradbury “Si escribes un relato a la semana durante todo un año, es imposible que todos sean malos”, “Los 52 golpes” propone a 52 escritores y periodistas escribir un relato a la semana. El proyecto es, desde luego, estimulante, y a él nos unimos los presentes en mi domicilio -Rubén Rodríguez y Lauren García- aunque también hay otros escritores ovetenses como no podía ser de otra manera (entre otros, nombres de la entidad de Chus Fernández y Ana Vega). Me perdí la primera semana, entre la activación de la web (www.los52golpes.com) y el trabajo en estas vacaciones que me ha tenido desbordado hasta hace unos días, pero esta semana me estreno con una mezcla de excitación y responsabilidad ante este desafío.

Me da pena comprobar cuántos amigos y amigas se encuentran en esa emigración a la que obligan las circunstancias de nuestra tierra, gente válida a la que sólo podemos seguir a través de las redes sociales. ¡Son tantos! Pienso en Bull, ahora en Austin, hace unos años en México, a punto de sacar un nuevo álbum con su banda -Bull y Los Búfalos-. O mi querida Ana Espina, a quien vi hace unas semanas en el parque infantil de la Losa con sus dos sobrinitas, por casualidad, camino de mi trabajo y con la que no pude tomar unas sidras para recuperar el contacto y que me contara sus aventuras en el Teatro Lloseta de Palma de Mallorca donde trabaja y tiene la posibilidad de traerse muchas actuaciones nacionales y extranjeras. O Luis Cabo, que sigue mis artículos sobre el Real Oviedo en la distancia de su puesto de profesor en la Mercyhurst University en Erie (Pensilvania, Estados Unidos). O mi propia hermana, también en las Islas Baleares, con la que hablo menos de lo que quisiera, ocupada como nadie, que una secretaria de juzgado como ella no para nunca.

Así que, cuando arranque con mi primer relato -¡hoy domingo es la fecha límite de esta segunda semana!- en unos instantes, una narración que lleva días en la cabeza y que se titula “Los últimos serán los primeros” pensaré en ellos porque, quizás, quién sabe, protagonicen mi aportación a la tercera semana de tan estimulante propuesta como son estos 52 golpes o, tan solo, encuentren un poco de tiempo para leerlo y sentirnos más cerca a pesar de la distancia física.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento"D-Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 15 de enero de 2017