lunes, 20 de marzo de 2017

Vetusta Blues



Vetusta Blues

Las calles que se iluminaban con tus pasos ya no volverán. Han cerrado los bares donde nos besamos, donde aprendí a amarte. En un extraño déjà vu, en una segunda oportunidad echada a perder, lamentaré haber regresado a todas las sombras que volví a iluminar en cada una de las esquinas de la ciudad. Oviedo se mueve y en este tu regreso veinticinco años después, nada es igual. Ni tan siquiera en este nuevo final. No seré nunca jamás un extraño de mí mismo bajo la lluvia.

Al alba recorro las calles del Oviedo Antiguo, envueltas en una extraña niebla, serenas, orgullosas de permanecer en esta pausa inacabable.

Cada silencio, cada palabra no dicha a tiempo, se envuelve en esa niebla de las calles de mi ciudad, de mi refugio, del único refugio donde puedo estar a salvo de mí mismo y de los demás.
Y todos los pasos, todos los latidos, se clavan en mi corazón como puñaladas que me desangran sin matarme. Y te echo profundamente de menos. Pero, al abrigo de mi ciudad, sé que todo ese dolor, que ahora me parece insoportable, tendrá solución.

MANOLO D. ABAD
Incluido en el libro "Oviedo libro abierto" (Trea, 2017)